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Cuando tuve la oportunidad de vivir en Reino Unido, Birmingham para ser exacta, me topé con un grupo de personas que practicaban la Wicca, desde hacía décadas ya.
Ellos me enseñaron bastante, y me adentraron en esa hermosa religión, la cual respeto aunque ya no sea mi sendero actual.
Negarla sería como negar los primeros pasos... como un filósofo negando sus primeras respuestas.
Aunque después la vida te lleve por otro lado.
En aquel pueblito inglés, cada inicio del mes de Marzo, acudían discretamente a los campos a observar tranquilamente las primeras apariciones de las liebres; quienes suelen salir a buscar pareja y así anunciar los primeros momentos de la llegada de la Primavera.
Las liebres están y estaban relacionadas con las brujas, eran almas de antiguas brujas que dan la bienvenida al renacimiento de la naturaleza. El retorno de la vida tras el crudo invierno.
Eran recibidas con honores y cánticos casi en silencio, por parte de los que profesaban la religión Wicca.
¿Curiosidad de ese pueblo?
Muchos ignorarían este relato, por no venir en Wikipedia, pero cuando lo vives y vés por tí mismo, descubres lo fuertemente arraigada que está la Tradición en las personas consideradas 'modernas' viviendo sus antiguas creencias con discreción en un mundo plagado de desinformación.
